miércoles, 12 de octubre de 2011

DRAGÓN REGALADO

A Felipe Ortega

Tú me abriste las puertas de tus ojos de gato,
Y después desplegaste con cuidado mi espíritu
sobre un manto de orquídeas que tú mismo plantaste,
con papel, pluma y tinta.

Me regalaste un velo que acaricia y protege
y un dragón irisado cuyo fuego no mata,
sino que aprende, y vuela, y crece.

Tú me abriste la puerta.
Yo tiré mis zapatos.

7 comentarios:

  1. qué bonito es; todo un dragón, regalado.
    qué bonito lo del fuego que no mata.

    ResponderEliminar
  2. qué fortuna la mía!! No cualquiera acepta a un dragón como regalo. sólo los fuertes de espíritu, como tú querido Rubén; que estás preparado para todo lo bueno.

    ResponderEliminar
  3. totalmente de acuerdo con Beatriz, qué final!! Ñam!

    ResponderEliminar
  4. Me alegra mucho que os guste. Conocer a Felipe y escucharle y aprender... me siento muuy bien acompañado. Abrazos!

    ResponderEliminar
  5. Te leo con el corazón lleno de aplausos, Ruben.

    ResponderEliminar
  6. Y me llenas el corazón a mi. Abrazos Tania.

    ResponderEliminar