miércoles, 30 de noviembre de 2011

AGUJA MINUTERA

Ataré la goma muy fuerte a mi brazo derecho
y mis venas crecerán como ríos al borde del desborde.
Clavaré en mi piel la aguja minutera del reloj de pared,
y el sol será un cangrejo
volviendo sobre sus pasos al horizonte del levante.
Beberé de la boca de la existencia
y todo volverá a comenzar para mí.

jueves, 24 de noviembre de 2011

AGENDA (PÁGINA DOS)

Llover para que todo brille.
Colgar la piel en una percha de madera.
Nacer mi energía.
Nacerla con todo mi jadeo.
Mostrarme.
Así.
Como soy.
Ahora.

martes, 22 de noviembre de 2011

BOCA LUNA EN LA BOCA

A Beatriz Boca, por su poesía.

Huracán sale de boca
como si de caja de Pandora.
Huracán sale de boca
y observa el mundo
con sus ojos el mar
como azules,
y boca comienza a jugar con las palabras
saliendo como huracán
como de caja de Pandora.
Entonces todo comienza a transformarse,
y los muertos ascienden a tierra
y los vivos nos obligamos a tener los pies en el cielo
y los hombros sobre la cabeza,
y los árboles crecen de ramas a raíces,
y las lágrimas entran en los ojos buscando hibernación, 
y la vida nos vive como nosotros morimos la muerte.

Y mientras nosotros sobre el sol...
boca luna en la boca.

¿A qué sabe la luna, Beatriz?.

viernes, 18 de noviembre de 2011

MIRLO BLANCO

A lo que pudo ser.

Mi niño mirlo blanco.
Mirlo blanco mi niño
y la vida una flecha.

Mi niño mirlo blanco
de leche de pecho de madre
de sueño de nieve y de ojos,
y la vida una flecha
de punta tan negra,
tan negra de noche
y de ébano tan negra...

En la rama mi niño mirlo blanco,
Y la vida tan ébano...

Mirlo blanco flecha sangre.
Sangre mi niño mirlo blanco
y nieve sobre rojo
y sobre los ojos de mi niño sangre y nieve, 
y copo sobre copo
y blanco sobre blanco
y blanco solo blanco,
y rama sola
sin mirlo mi niño
y sin flecha.

domingo, 13 de noviembre de 2011

NUESTRA MUERTE

Hoy ha vuelto a aparecérseme nuestra muerte. Nuestra muerte tiene la forma de tus ojos y el color de los míos. Tiene un corazón enorme nuestra muerte, y una expresión tan triste como la de todos los niños de la calle en un solo rostro. Lleva una bolsita de plástico en la mano nuestra muerte, y me confiesa que a veces inhala pegamento. Le hemos dado la espalda demasiadas veces, eso me dice, y el pegamento siempre va de frente, me dice también. Se me ha aparecido muchas otras veces nuestra muerte, y en ocasiones me ha agarrado de la mano y en otras me ha empujado con la suya, pero hoy ha vuelto a aparecérseme y sonríe, y me cuenta que cada vez muere más y más en paz cada vez, y que no lleva pegamento en la bolsita, y que ahora lleva una semilla por cada una de las raíces que arrancamos. Me dice que está floreciendo un hermoso bosque, y que se alegra de que tú vivas a todo corazón y que yo a transparencia. Hoy ha vuelto a aparecérseme nuestra muerte, y cada vez muere más y más en paz cada vez.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LANZARME DE MÍ MISMO

Hoy he sido las dos putas torres gemelas derrumbándose
y he querido lanzarme de mí mismo en llamas,
y la explosión de los budas de Afganistán
y cada uno de los cabellos cortados en Auschwitz.

¿Y todo porqué?. 
Porque me he reconocido como lo que soy,
una mota de polvo flotando en el universo,
vasto y negro como todas las fosas comunes de este mundo
y como todas las bocas abiertas esperando una hostia consagrada.

He deseado, 
por un momento he deseado,
pulverizarme como un cometa por un momento,
que atraviesa las capas de la atmósfera he deseado,
y ser,
por fin, 
sin estar, 
y cristal roto y piel translúcida y venas plateadas, 
y un horizonte de sol recién escondido tatuado en el antebrazo.
Pero has llegado tú, 
como un brazo mecánico que me escoge
entre un montón de muñecos deprimidos de trapo
en una máquina de feria,
y me has sentido de nuevo cada uno de los treinta y siete grados
y todas las pulsaciones por minuto, 
y los poros se han ido fundiendo como finales de películas,
y he dejado de ver los entresijos de este mundo
incompleto y extraño,
y me has hecho sonreír, 
sí, 
me has hecho sonreír.

lunes, 7 de noviembre de 2011

SIESTA

Quiero correr por tu desierto
hasta que los poros de la percepción se abran,
y comerte la boca como una ciruela encontrada en un oasis,
y chupar el hueso hasta dejarlo limpio,
y beberte entera hasta que el estómago pese
y necesitemos entonces dormir una siesta
a la sombra rizada de tu cabello.

martes, 1 de noviembre de 2011

BOQUIABIERTO

A veces me sorprendo sin agarres
y como suspendido en el aire
o bajo el agua
o como debe sentirse un pensamiento.
Y entonces me dejo mecer 
del mismo modo que reflejo sobre agua,
pero sin rastro ya de insecto ni de alga,
ni de caimán en fondo ni cadáver florido.
Sólo me mezco así, 
como en acantilado de gaviotas y de roca espumosa, 
y silbido y faro,
y de impulso de salto de nostalgia de vuelo de...
Vuelo pero no asciendo
pero tampoco caigo.
Es solo que mi yo, 
en impreciso instante, 
y como boquiabierto, 
se queda sin agarres y prescinde el intento,
porque ya no hay insecto ni hay alga ni caimán ni cadáver florido.
Solamente soy yo.
Y ya no tengo miedo.