Búscame cuando no encuentres a nadie.
Me encontrarás como encuentras tu rostro en los espejos y en los escaparates
y tu respiración cada mañana,
y me encontrarás como encuentras el pasado
aunque no lo pretendas,
y como encontrarás las arrugas que dibujen tu estancia.
Búscame cuando nadie más quede.
Yo por ti permanezco.
Y como la marea vuelve siempre a la orilla...
Así vuelvo yo a ti.
Seré pura constancia. Me piensas y aparezco.
"Me encontrarás como encuentras tu rostro en los espejos y en los escaparates"
ResponderEliminarsí, porque posiblemente, después de este poema, la habites.
te abrazo, no te sonrojes!
Jeje. No me sonrojo, y me quedo con el abrazo!.
ResponderEliminar