miércoles, 11 de enero de 2012

PERO DORMIR BAJO SU SOMBRA

Puede ser cortado de un hachazo,
y pasto, puede ser,
de la infame hoguera de todos los mediocres.
Pero dormir bajo su sombra
y sentarse al ocaso de la rama del día,
cuando se ruboriza el sol,
y al abrigo del horizonte duermen su timidez y su melancolía.
Llegado este momento es bueno destrepar sin hacer daño,
porque la sal de las estrellas le da sed de pájaros posados y cosquilla de ardilla,
y porque le gusta, cada noche,
que el viento le acaricie entre las ramas con su piel de partícula.
Entonces ronronea su tronco como un gato
y es mejor, desde abajo,
mirar como se mece hipnotizado
y bailar, si se puede,
su misma melodía.

2 comentarios:

  1. mimetizarse, no?

    qué querés que te diga? me encanta! y no sé bien cómo hacer para dejar un comentario inteligente, pero prefiero que sepas que vine a leerte, que apenas publicás estoy prendida como garrapata, un besote Rubén!

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  2. Y te lo agradezco tanto Noelia...; Me encanta que leas lo que escribo, y me encanta con respeto, porque admiro muchísimo tu poesía. Un abrazo!.

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