Llegaste del mismo modo
que un avión de papel
entra por una ventana.
Planeabas lentamente
con una sonrisa de luna
con un cráter a cada lado,
y de pronto me rozaste la punta de los pies
y después las mejillas.
Tenías algo de mi y de todo lo contrario.
Ni siquiera tuve que plantearme nada,
simplemente llegaste como un avión de papel
por una ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario