Lavarme la cara concienzudamente con ambas manos.
Dejar estar el jabón como se deja estar el beso.
No abrir los ojos.
Abrazar con respeto la equivocación.
Poner otra vez de mi parte.
Ceder el turno a los demás y comprender al final.
Asumir que todos caminamos perdidos por el laberinto de estrías de nuestro cerebro.
Enjuagarme la cara concienzudamente con ambas manos.
Dejar estar la toalla como se deja estar la sábana.
Abrir los ojos.
Ser nuevo de nuevo.